TRIPLERRE

EL TUERTO EN TIERRA DE CIEGOS… (primera parte)

Habiendo ocurrido la inauguración de este blog, momentos antes de sentarme a redactar este ensayo y justo después de sentarme a pensarlo bien, me encontraba yo de pie enfrentando lo que sería hasta ese momento el más pavoroso dilema:

- “¿¡De que voy a hablar!?”...

Después de todo este sería mi primer artículo, de mi primer blog ¡y con mis primeros “lectores”!. Fue así como después de un instante de indecisión opte por un rápido y fulminante proceso de e-li-mi-na-ción, que tuviera el único objetivo de no dejarme en ridículo ante ustedes mis pacientes lectores.

De este proceso fue que concluí en voz alta lo siguiente:

- “Hablar de amor me haría parecer cursi, hablar de paz me haría parecer ingenuo, hablar de guerra me haría parecer un predicador”…

Aquí una pausa marcada por el más grande silencio… …silencio de esos que solo se dan cuando una canción se calla, se pone de pie, abre la puerta y levanta la mano para así dejar pasar a la otra que ya venía encaminada. En ese momento y mientras se desarrolla dicho proceso es que se alcanza a escuchar el grito de doña “Paty”, quien se auto-nombra a mucha honra la “Paty Chapoy del barrio”. Finísima persona que todos los días lucha a sudor y sangre por el bienestar de todos los que aquí vivimos, aunque a leguas se note que le vale madres la gente, solo por el hecho de ser gente, y que lo único que le place es llenarse la boca de palabras una y otra y otra vez con las esposas desatendidas de la colonia, o con uno que otro “pedernal” que llega a su vinatería con ganas de platicar. En ese mismo instante también se puede escuchar ladrar a la “borracha”, perra de los “catarrines” de a lado a quienes les parece “curioso” que la perra beba más mezcal con toronja que agua misma. Más curioso es cuando la perra ya borracha pierde control sobre sus cuatro patas y se deja caer sobre las botellas aún cargadas de “pisto”, mientras los “catarrines” observan lo que bien podría ser el “Apocalipsis de los borrachos”.

- “¡Con lo pinche caro que esta el pisto!”...

Grita uno con todas sus fuerzas, como con ganas de que la perra le entendiera; pero la borracha es una perra, y según dicen, las perras junto con sus hijos no entienden de razones.

- “¡Ya cabrón, deja de estar chingando y ponte a chupar!”...

Dice el otro mientras toma a la borracha del cuello para alejarla del “castigo” que se impone por desperdiciar lo único que los mantiene “vivos”. Después de todo y al final del día seguirán siendo casi familia, quedando claro que si no fuera por lo evidente ellos ya serian hermanos.

Es así que después de consultarlo, los borrachos deciden salir a la banqueta para dejar descansar a la borracha, quien según la mayoría ya estaba muy pasada de copas y de ninguna manera podría seguir acompañándolos a menos que se comportara. Así fue como habiendo salido todos en procesión solemne y en el entendido de que quien emitiera algún comentario ofensivo al respecto o cualquier acción que dañara los sentimientos de su casi hermana lo lamentaría, los catarrines se sentaron en la banqueta a seguir con el ritual que les daba razón y personalidad, mientras la “borracha rasgaba el portón y los medio veía por los espacios que se hacen entre la pared y el portón.

Avanzó entonces el tiempo y la borracha renunció a su objetivo para entregarse al sueño que la había venido acosando desde hacia ya un rato...

…Momentos después: gritos, pataleos, portazos, mentadas de madre y el nombre de doña “paty” salto sobre las palabras… Cuando ya se había escuchado por primera vez, se volvió a escuchar el mismo nombre pero esta ocasión se descubrió toda la frase.

- “Pinche doña paty, ¿pa que nos manda las patrullas?, ¿si ni que que?, ¿apoco ella vende piñas o que?”.

- “Pero se la pelan pinchis polis, aquí no se pueden meter mas quia mamarmela culeros”

Así se escuchaba, mientras la gente que comenzaba a reunirse en las esquinas observaba a un grupo de policías que parecían "preventivos", que “trepados” en las azoteas vecinas al taller de donde salían los gritos, apuntaban con tremendas metralletotas a los “catarrines”.

CONTINUARÁ…